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jueves, 3 de enero de 2019

Reseña: 423 colores de Juan Gallardo y Rafael Avedaño

¡Hola a todos! Hoy os traigo la primera reseña del año, que fue mi última lectura de 2018. Se trata de 423 colores de Juan gallardo y Rafael Avedaño.

Título: 423 colores
Saga: No
Autor:   Juan Gallardo y Rafael Avedaño
Editorial:Versátil
Año: 2018
Páginas: 336

En la Siria de 2011 la vida se desarrolla con toda la intensidad, la pujanza y el colorido de unos ciudadanos esperanzados en su futuro. Ghada, la protagonista de esta historia, tiene apenas ocho años y es ciega de nacimiento. Una noche, su padre la despierta con urgencia; tienen que ponerse a salvo porque un feroz dragón sobrevuela los tejados de la ciudad.
Narrada desde el rebosante universo sensorial de Ghada, que intenta comprender el mundo sin entender lo que es la luz ni el color ni los peligros que la rodean, 423 Colores es la conmovedora historia de un padre para proteger a su hija de una de las guerras más cruentas y tenebrosas de la era moderna, un tour de force de la imaginación para transformar una huida del horror en una emocionante aventura.

Desde que leí por primera vez la sinopsis de este libro, supe que tenía que leerlo. Ya desde las primeras páginas, la historia recuerda a otras cómo La vida es bella o incluso El diario de Ana Frank. Ghada, es una niña siria, ciega de nacimiento. Ella no ve la vida en colores, sino que se guía por los sonidos y olores que la rodean y sobre todo, por el mundo que su padre la describe.

Cuando la guerra de Siria da comienzo, Ghada no es consciente del tremendo peligro, que se está fraguando a su alrededor, o al menos, ella lo ve desde otra perspectiva. Khaled, el padre de Ghada, quiere proteger a su hija de la guerra de todas las formas posibles y por eso, decide inventar una historia para ella. Toda la gente malvada de Alepo, son en realidad brujas y hechiceros, hay zonas prohibidas, que es dónde ellos realizan sus embrujos, y en cuando al fuego de las bombas que arrasan la ciudad, no son otra cosa sino dragones inmensos, que han despertado después de muchos años, y que no pueden controlar sus llamas. Pero ellos pueden ayudar a desterrar a los dragones, Ghada y su padre, y lo único que tienen que hacer, es emprender un viaje rumbo a Berlín, en busca de una flor mágica que los ahuyenta.

Con esa premisa, comienza la historia en la que Ghada, su amigo Adnan, su padre y su perrito, se encuentran en un bote que les lleva a través del mar, rumbo a la costa griega. Mientras dura su travesía, vamos conociendo la historia de Ghada, ella misma es quién nos la cuenta a través de su diario. Nos habla de su vida antes de la llegada de los dragones, de su escuela, sus amigos, los olores que impregnan su vida y de toda la aventura que su padre y ella emprendieron, para luchar contra los dragones y poder volver a casa.

Ese relato de Ghada dulce e inocente, se va intercalando con una carta escrita por el Khaled, el padre de Ghada, en el que tiempo después, se sincera con sus hija, contándole todo lo que él vivió, la verdadera guerra, que para ella fue una aventura. Esa es la parte más cruda del libro, en la que vemos la guerra desde los ojos de un adulto, de un hombre acomodado de Alepo, que tenía una buena vida y que lo único que quería, era un futuro mejor para su hija. Gracias a Khaled conocemos los asesinatos, las torturas y la crueldad humana, que afora en tiempos de guerra y que se ceba con todo y con todos.

Ambos Khaled y Ghada nos guiarán a través de su aventura y de su viaje a través del mar, para conocer la historia de una de tantas familias, que han tenido que abandonar sus hogares, o lo que quedaba de ellos, para huir de las masacres y terminar en campamentos de refugiados, a la espera de poder llegar a una Europa, que para ellos es el único futuro de esperanza…

Los personajes de este libro, destacan por su gran contraste.

Por un lado, está Ghada, que es la inocencia pura. La guerra vista desde los ojos de una niña que no puede ver y para quién todos los horrores no son tal cosa, sino una aventura que está deseosa de recorrer.

Khaled por otro lado, nos muestra la cruda realidad. Es un hombre destrozado por la guerra, por todo lo que ha vivido y por todo lo que trata de ocultar a su hija y que lo único que desea es que ella, no tenga que vivir todos los horrores que él tan bien conoce.

Los personajes secundarios no son muchos, pero si hay que destacar alguno serían, Adnan y su abuelo, quienes van a ser un apoyo fundamental para Ghada, antes y durante la guerra.

La historia me ha gustado y me ha sorprendido en muchos aspectos. Hemos oido hablar de la guerra de Siria en las noticias una y otra vez, pero yo al menos, he descubierto muchas cosas gracias a este libro, mostrándonos otra visión de la guerra de Siria, diferente a la que estamos acostumbrados. Una historia de una familia feliz, que de repente se ve envuelta en una guerra para la que no estaban preparados y en una lucha por escapar de la muerte y alcanzar la libertad, fuera de su país.

Los autores, si por algo destacan en sus novelas, es por la fabulosa documentación que hacen en cada una de ellas y eso se refleja en cada página. Las descripciones de los lugares, de las costumbres o de la vida en Siria son maravillosas y permiten al lector conocer el escenario, mucho más allá de los clichés o ideas preconcebidas. Además, han hecho un trabajo excepcional de descripción auditiva y de los olores, ya que no solo nos describen como son las cosas visualmente, sino cómo Ghada, privada de vista, los concibe.

El ritmo es además muy ágil, especialmente porque las narraciones se van entrelazando. Por un lado, tenemos una parte de la historia que se narra en presente, en ella, vemos lo que ocurre durante el viaje de Ghada y Khaled mientras cruzan el mediterráneo rumbo a Lesbos. Por otro lado, está el diario de Ghada, que, con su inocente mente de niña, nos va relatando su vida y como han llegado desde Alepo, hasta encontrarse en esa barca. Y, por último, están las cartas que Khaled le escribirá a Ghada en el futuro, narrándole lo que fue la guerra para él y confesándole todo lo que le ocultó. Esta triple narración me parece perfecta, porque entremezcla la inocencia de Ghada, con la crudeza de la narración de su padre, al tiempo que mantiene en vilo al lector, con los acontecimientos que ocurren en alta mar.

Podría decir que el final de este libro es de los que dejan huella, pero en realidad eso es extrapolable a toda la novela. Para aquellos que hayan visto La vida es bella, les puedo decir que es algo así, por un lado, tienes una sonrisa en los labios ante las ocurrencias de la pequeña Ghada, al tiempo que su padre, te descubre la verdad y hace que se te encoja el corazón. Lo cierto es que es una novela que no puedo recomendar más, y que nos acerca y nos da una nueva perspectiva, de uno de los horrores que en pleno siglo XXI, están ocurriendo en el mundo.

En resumen, 423 colores es una historia que, a través de la inocencia de una niña pequeña y la crudeza de su padre, nos narra los horrores de una cruenta guerra, que ha hecho que un país entero dedica arriesgar su vida, cruzando países y mares, en busca de un futuro mejor.

Besitos con olor a esperanza ^^


Gracias a Versátil por el ejemplar.

2 comentarios:

  1. Holaaaaa! He llegado hasta tu blog buscando las novedades de Versátil, y he visto esta novela que tiene que ser una auténtica preciosidad y de esas que te encogen el corazón!!!!! Y con tu reseña me has convencido!!!! Así que me quedo por aquí, aprovecho para decirte que me he hecho seguidora de tu blog y tu instagram, y si te apetece pasarte por mi blog, tengo nueva entrada, si te gusta lo que ves y quieres suscribirte estaré encantada! Un besote y Feliz Año Nuevo!

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  2. Hola, gracias por la reseña, de momento lo dejaré pasar, tengo demasiados pendientes.
    Nos leemos

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