Reseña: Nunca digas siempre de Jennifer L. Armentrout

¡Hola a todos! ¿Qué tal va la semana? Hoy os traigo nueva reseña con Nunca digas siempre de Jennifer L. Armentrout.

Título: Nunca digas siempre Saga: No Autor: Jennifer L. Armentrout Editorial: Puck Año:  2016 Páginas: 544

Ella aprendió que el silencio era su mejor arma.
Él juró que siempre la protegería.
Ambos comparten un terrible pasado, que los llevó a forjar un vínculo indestructible. O eso creían ellos. Porque sus caminos se separaron abruptamente hace cuatro años.
Mallory y Rider llevan todo ese tiempo tratando de superar las terribles experiencias vividas en un hogar de acogida. Intentando construir un futuro. Tratando de olvidar. Pero ahora, justo cuando creían estar dejando el pasado atrás, Mallory y Rider acaban de reencontrarse en el instituto y descubren que el intenso vínculo de infancia sigue ahí, al igual que las heridas. Enfrentados a la fuerza de sus sentimientos, Mallory y Rider deben decidir si seguir aferrados a las mismas armas que les ayudaron en el pasado o arriesgarse a construir algo nuevo en un futuro incierto.

Mallory y Riden tuvieron una infancia que fue un auténtico infierno. Ambos eran huérfanos y tuvieron la mala suerte de terminar n una casa de acogida, dónde los abusos y los malos traros, eran el pan de cada día. En esa época, Mallory aprendió a ser invisible, si estaba callada dentro de su armario, estaba a salvo. Tenía con ella Rider, él siempre se llevaba los golpes y la protegía y pensaban que sería así para siempre. Pero una noche todo eso termina y ambos son separados.

Mallory tuvo suerte y logró salir del infierno. Fue adoptada por una pareja de médicos maravillosa que, desde su adopción, se han encargado de darle todo lo que pudiera necesitar. Le han dado apoyo económico, psicológico y todo el amor que un niño debería recibir de una familia. Lo único que Mallory no tiene, es a Rider y es que desde la noche fatídica, no ha vuelto a verle. Mallory lleva cuatro años estudiando en casa y por fin se ve capaz de volver al instituto. Lo que no esperaba al ir allí era encontrarse con Rider.

Raider no ha tenido tanta suerte como Mallory. Aunque ha encontrado una familia de acogida dónde le tratan bien, no vive precisamente en la abundancia. Vive en un mal barrio, con recursos escasos y ninguna esperanza para su futuro. Aun así, para él, reencontrarse con Mallory era lo mejor que podría haber esperado. Vuelven a estar juntos y como antes, ella es el ratón miedoso y perdido y él quién cuidará de ella en el instituto. O al menos así se reinicia su relación, pero ninguno de los dos son los que eran antes y con todo lo que ha cambiado en sus vidas, tendrán que decidir si avanzan o se quedan anclados en su antigua relación. ¿Podrán superar lo que vivieron? ¿Podrán seguir juntos ahora que ambos han cambiado tanto?

Los personajes de este libro son la esencia de la historia. No hay una gran trama, sino unos grandes personajes cuyas vivencias nos lo dan todo.

Mallory sufrió un infierno de niña, se acostumbró a que si estaba callada no era castigada y eso la ha condicionado hasta tal punto que ahora que es libre, sigue sin poder hablar. Pero la están ayudando y su nueva y maravillosa familia quiere ayudarla a ser valiente y a salir adelante. Pero antes, debe créeselo ella misma.

Rider tuvo la misma infancia de mierda que Mallory, incluso peor, porque él siempre se llevaba los golpes, para protegerla a ella. Siempre ha sido de los que prefieren ponerse de escudo, antes de que dañen a los suyos y eso no ha cambiado, por eso tras el reencuentro, será protector de Mallory, incluso cuando ella ya no le necesite.

Los personajes secundarios son muchos y muy importantes. Tenemos a Carl y Rosa, los padres adoptivos de Mallory que van a ser muy importantes. También a los amigos de ambos, Hector, Ainsley, Paige… todos ellos vitales en la trama.

La historia es de esas que nada más empezar, sabes que te van a romper el corazón. Es la primera novela que leo de Armentrout, que no es de género paranormal y me ha encantado el cambio, porque tiene todo lo bueno de la autora, pero en un nuevo registro. Es una historia desgarradora en algunos puntos, lapidaria cómo solo Armentrout sabe hacerlo en sus historias, pero también con un lado de esperanza y superación.

El ritmo es muy muy ágil, y a pesar de ser un libro de una longitud considerable, se lee solo. Eso es algo que me encanta de esta autora y que no cambia en este libro. La narración está hecha desde el punto de vista de Mallory, por eso es en ella en quién más vemos los cambios, vemos sus miedos y sus inseguridades y descubrimos al nuevo Rider, sólo desde sus ojos.

En resumen, Nunca digas siempre es una historia desgarradora, protagonizada por dos adolescentes que, tras una dolorosa infancia, buscan salir adelante cada uno a su manera.

Besitos siempre ^^