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sábado, 27 de octubre de 2018

Palomitas y Christopher Robin

¡Hola a todos! Hace unos días fui al cine a ver la película Christipher Robin que nos sumerge en la historia de Winnie the Pooh, pero con uno personajes muy reales.



La cinta comienza devolviéndonos a los inicios de esta historia, al bosque de los cien acres dónde vemos como se forma la amistad entre el niño Christopher Robin y los pequeños animalitos del bosque. Una historia que todos conocemos y hemos visto cientos de veces en los dibujos de nuestra infancia. Pero el pequeño Christipher crece y tiene que despedirse de sus amigos del bosque y mientras Winnie sigue esperándole día tras día y año tras año, Christopher crece y se olvida del bosque.

La guerra, el trabajo y las responsabilidades, han convertido al pequeño soñados Chrispher Robin en un hombre arisco, alejado de su familia, que solo piensa en el trabajo, en el dinero y en las responsabilidades. Esto está haciendo no solo que se aleje de su mujer, sino que casi ni conozca a su hija

El mundo de nuestro protagonista se está yendo a pique, pero en el bosque de los cien acres, la cosa no está mucho mejor, una niebla oscura lo ha asolado todo y ha hecho desaparecer a todos los amigos de Pooh. Eso hará que nuestro osito se arme de valor y deje de esperar a Christipher Robin, para ir a su encuentro. A Christopher le costará creerse tener a Pooh de nuevo ante él, pero ante el ruego del osito, terminará devolviéndole al bosque y ayudándole a encontrar un nuevo a sus amigos, al tiempo que encuentra, parte de esa infancia perdida, que le ayude de nuevo a acercarse a su familia.

Una película con una historia sencilla, sin demasiadas pretensiones, pero tierna a la vez. Escarba un poquito en la nostalgia de los espectadores al tiempo que nos habla de valores tan importantes como la familia, el no dejar que el trabajo ocupe toda nuestra vida, o la importancia de no abandonar las cosas que no hacen felices.

En cuanto al reparto, Ewan McGregor hace un bastante buen papel, aunque es cierto que su personaje crea cierta antipatía, es nervioso y vive estresado, por y para su trabajo. Nuestros amiguitos del bosque la verdad es que están bastante bien logrados y logran despertar toda la ternura del espectador.



En resumen, Christopher Robin nos devuelve al Bosque de los cien acres, para reencontrarnos con los niños que éramos y no olvidar que las preocupaciones y el trabajo, no pueden enturbiar las cosas realmente importantes de la vida. No va a convertirse en mi película preferida del año, pero es una buena opción para ver con los peques, o para disfrutar de un poquito de nostalgia jeje.
Besitos de miel ^^

1 comentario:

  1. Hola, esta película, la verdad, no me llama mucho la atención.
    Saludos, nos leemos

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